Abre sus puertas el Congreso de Yucatán a instituciones de Educación Superior
MÉRIDA, Yuc., 8 de julio de 2024.- Si bien en Yucatán existe una cultura de prevención muy arraigada en materia de ciclones tropicales, en los últimos años la migración ha hecho que personas de otras entidades lleguen a la entidad sin tener amplios conocimientos sobre la prevención ante la llegada de huracanes.
Tras el acercamiento del huracán Beryl el fin de semana pasado, autoridades municipales y estatales exhortaron a la población en general a evitar salir durante el paso de este fenómeno, lo que también incluye evitar manejar en estas condiciones, debido a que se eleva el riesgo de siniestralidad de forma considerable.
Para tener en cuenta, cuando un huracán está azotando una comunidad, lo hace con ráfagas de viento muy fuertes y estos vientos pueden causar problemas de visibilidad, además de que en puentes o pasos elevados el aire puede mover el automóvil, ya que el vehículo recibirá vientos de más de 110 kilómetros por hora.
No obstante, los huracanes también traen consigo lluvia torrencial, la cual puede hacer que el conductor pierda de vista la carpeta asfáltica y se salga de la via, debido a que la visibilidad es muy limitada, además de que el piso mojado puede provocar que el automotor haga acuaplaning o se tenga problemas para detenerse.
Del mismo modo, la caída excesiva de agua precipitada puede ocasionar inundaciones o encharcamientos considerables en ciertos puntos de la ciudad y evitar pasar por aguas profundas es lo ideal, es decir, si no se logra ver la banqueta, lo mejor es no pasar por esa zona, ya que se corre el riesgo de quedarse varado.
Asimismo, meterse en una zona encharcada, pero con corriente de agua, también es peligroso, ya que bastan 30 centímetros de agua en movimiento para arrastrar un auto y solo 15 centímetros para que una persona sea derribada, en caso de lograr salir del vehículo, motivos por los cuales no se recomienda manejar durante un huracán.