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CIUDAD DE MÉXICO, 15 de septiembre de 2020. — Actualmente muchas familias enfrentan problemas de liquidez derivados de diversos factores externos y ante esta situación recurrir a un préstamo personal para salir de algún apuro, reactivar la economía familiar, cubrir gastos o resolver una emergencia, es una opción que se debe analizar cuidadosamente.
De acuerdo a un comunicado de prensa, Provident, empresa líder en préstamos personales a domicilio en México, señala que, manejado responsablemente, el préstamo es una herramienta financiera valiosa que puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las familias, y que antes de adquirirlo es importante considerar lo siguiente:
1. Tener un propósito específico: Es muy importante tener claro para qué se usará el dinero. Puede ser para completar el enganche de un auto, comprar material para tu negocio, adquirir un equipo electrónico para este regreso a clases, enfrentar una emergencia médica, e incluso mejorar o remodelar tu casa. Si no tienes claro para qué lo utilizarás, es mejor no pedirlo.
2. Saber cuánto necesitas y cuánto puedes pagar. Quienes aspiran a un préstamo deben evaluar cuánto realmente necesitan y cuánto podrán destinar para liquidar la deuda total. Recuerda que pedir más de lo necesario, puede desestabilizar tus finanzas. Si el pago mensual del préstamo equivale a menos del 30% del ingreso mensual de quien lo contrata, se recomienda solicitarlo. De lo contrario, lo mejor es no adquirirlo para no comprometer tu estabilidad económica.
3. Reorganizar tus finanzas: Si tu situación financiera personal o familiar cambió drásticamente por la pandemia, antes de tomar un compromiso financiero, es necesario calcular cómo quedarán tus gastos fijos tomando en cuenta el pago del préstamo, y analizar los gastos variables para reducirlos e incluso eliminar aquellos que no son indispensables. Es importante que consideres eliminar antiguas deudas, antes de tomar una nueva.
4. Aprender conceptos financieros básicos. Si estas convencido de tomar un préstamo, es muy importante que conozcas los conceptos básicos del mismo. Por ejemplo: qué se entiende por saldo, costo anual total, tasa de interés, costo por servicio, comisión, intereses, entre otros. De esta forma estarás consciente de las condiciones del préstamo y podrás llevar un mejor control del mismo e incluso será más fácil estar al corriente en tus pagos y evitar caer en morosidad.
5. Elegir un producto a tu medida: Infórmate sobre las alternativas de préstamos disponibles y compara las condiciones de los mismos tomando en cuenta todos los costos que implican. Si no cuentas con historial crediticio o alguna institución te negó el financiamiento por esa razón, puedes recurrir a las instituciones microfinancieras que ofrecen préstamos con pagos flexibles y menos requisitos. El buen comportamiento de pago en ese tipo de préstamos te ayudará a crear un historial crediticio para que en el futuro puedas acceder a un crédito de la banca tradicional.