Presente inclusión en muestra de altares de Janal Pixán
MÉRIDA, Yuc., 2 de noviembre del 2024.- El Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, dijo que la paz que se vive en Yucatán no es para siempre, y que puede perderse si no se trabaja en cuidarla.
Esto lo comentó al finalizar la misa del Día de Muertos en el cementerio de Xoclán, la cual estuvo dedicada a la vida del padre Marcelo Pérez, asesinado en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en las primeras horas del 20 de octubre, después de acabar la primera misa.
“Solamente podrá quedar como una gran maldad e injusticia algo que no tiene razón de ser y que debiera ser perseguido y castigado, pero también hay que ver que había en le corazón y mente de este sacerdote”.
Contó que el sacerdote ya había sufrido varios atentados, sin embargo, en una entrevista dejó claro que no tenía miedo a la muerte pues su vida ya no era de él, sino que se la había entregado a Dios.
“Cuando le pidieron que tuviera una escolta el no quiso, porque dijo que el escolta iba a matar a quien atentara contra su vida, y el no quería una muerte, su intención era que las personas cambiaran de vida y se arrepintieran de sus actos delictivos”.
Expuso que el padre Marcelo se dedicó a trabajar por los más pobres y su mensaje siempre fue en pro de los derechos humanos, la construcción de la paz y de la casa común, por lo que, dijo, en unos años podría ser canonizado.
El Arzobispo recalcó la importancia de trabajar en la paz y la seguridad que vive Yucatán actualmente, la cual dijo, no es para siempre y puede perderse; comentó que ellos tienen tres años trabajando en distintos sectores para fortalecer el tejido social.