Artesanos de Chichén Itzá denuncian afectación económica por cierre

TINÚM, Yuc., 20 de marzo de 2020.- Cerca de 800 artesanos que laboran dentro de la zona arqueológica de Chichén Itzá, de los que dependen aproximadamente 20 mil personas, entre familia y trabajadores, se quedarán sin empleo y sin ingreso diario por el cierre del sitio, después de que el gobierno del estado de Yucatán declarara medidas de contingencia sanitaria para prevenir la propagación del Covid 19 que hasta el momento ha infectado a 13 personas en la entidad.

Desde las 6 horas del martes 20 de marzo, el grupo de trabajadores de provenientes de las poblaciones de Pisté, Xcalakoop, Yokdzonot y sus alrededores, se reunieron en el entronque de la entrada principal a la zona arqueológica para exigir al personal del Patronato Cultur Yucatán y el Instituto Nacional de Antropología e Historia  (INAH), el libre acceso a la zona arqueológica, ante la sospecha del ingreso de turistas por la entrada alternativa que tiene conexión directa con hoteles como Mayaland, Hacienda Chichén Resort y el Lodge.

Mariana Mex, comerciante maya y líder de algunos artesanos, comentó a Quadratín Yucatán que llegaron desde temprana hora y todos acordaron esperar a que si se le permitía el acceso al turismo, ellos entrarían a trabajar, pues “son 800 artesanos los que trabajan y casi 10 mil familias a las que pueden afectar mucho, porque vivimos al día”.

La artesana agregó que el personal responsable de la zona arqueológica se acercó a los vendedores para indicarles “que no van a trabajar y no van a permitir el acceso de turistas”, aunque el cerco policiaco implementado por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) Policía Federal y Guardia Nacional, generó la sospecha por un posible ingreso turístico por la entrada de Mayaland. 

“Es lo que vamos a checar, porque el único acceso de los artesanos es este que están bloqueando, pero para los turistas sí hay otro, el de los hoteles, pero ya están yendo personas a cuidar el otro lado. Si entran turistas nosotros tenemos que entrar a trabajar como todos los días”.

Doña Mariana, como le dicen sus compañeros, expresó que no es la primera vez que la SSP y autoridades federales les impiden el paso, incluso denunció que la primera ocasión el desalojo se realizó golpeando a todos, incluso tirando gases lacrimógenos”. Al cuestionarla acerca de una posible negativa de las autoridades estatales, la líder de artesanos advirtió: “no vamos a pedir permiso, porque no le estamos quitando nada a nadie, tenemos muchos años trabajando y el gobierno nunca se ha acercado a nosotros”.

Trevor Lehman Fernández, jefe de departamento de paradores turísticos del Patronato Cultur, indicó que por órdenes del gobernador Mauricio Vila Dosal, la zona arqueológica no recibirá visitas para evitar contagios como parte de las medidas de contingencia sanitaria: “por el bien de los visitantes y de la gente que trabaja en la zona arqueológica, se cerró hasta nuevo aviso”. 

El funcionario estatal admitió que no han escuchado las demandas de los artesanos ya que “primero está la salud” y a la vez desconoció la afectación económica que pueda generar a las personas que dependen de la visita de los turistas. Igualmente, añadió que la oficina para la que labora no cuenta con una fecha probable para reanudar las actividades en dicho lugar.

Poco antes de las 8 horas, personal del gobierno del Estado colocó a la entrada del parador turístico, un aviso en el que informa tanto a visitantes como trabajadores, que como parte de de las medidas para evitar la propagación del nuevo coronavirus, “a partir del viernes 20 de marzo y hasta nuevo aviso, permanecerá cerrado” el sitio arqueológico. El mismo mensaje ofrece disculpas “por la molestia que pueda causarles a los trabajadores y visitantes”.

Cerca de las 8:15 horas, un grupo cercano a 200 artesanos accedió a la zona arqueológica para realizar un rondín por todos los puntos del sitio, con la autorización de la Secretaría de Seguridad Pública, para realizar labores de vigilancia, ante la sospecha del ingreso de turistas extranjeros.

Con consignas como “artesanos unidos, jamás seremos vencidos” verificaron que todos los accesos a la zona se mantuvieran cerrados, pues expresaron que si ellos no podían acceder por la contingencia, los turistas no deberían tener privilegio sobre los locales.

Al interior de la zona arqueológica, Silvia Cimé Mex, otra representante de artesanos, aseguró que las personas con las que trabajan no están en contra de las medidas preventivas emitidas por la Secretaría de Salud, pero pide que los tomen en cuenta “ya que somos puntos vulnerables” ante el cierre del parador turístico. Agregó que al ser trabajadores que no gozan de un sueldo, muchos de sus compañeros “viven al día”. 

“Los empleados del gobierno, así se uno o dos meses ellos gozan de un sueldo, pero de toda esta gente que ves dependen muchas familias y no se ha acercado ningún funcionario a plantearnos cómo nos pueden ayudar, por eso estamos haciendo esto, porque nosotros de lo que vendamos hoy, de eso vamos a vivir”.

Cimé Mex denunció que el gobierno panista de Vila Dosal no ha realizado acercamiento alguno para crear un plan de apoyo a las familias de los artesanos. “Nosotros tenemos que valernos por nosotros mismos, no tenemos seguro ni nada que nos apoye, este gobierno jamás se ha acercado, así que nosotros veremos la manera de cómo defendernos”.

Después del recorrido, los vendedores de reunieron con el arqueólogo Marco Antonio Sánchez Ramírez, director de la zona arqueológica, quien les expresó que como trabajadores del INAH, “siempre han respetado los liderazgos” de los artesanos. 

Aprovechando que los vendedores se encontraban reunidos, Sánchez Ramírez indicó que el Instituto  “no tienen nada que esconder” y les brindó su palabra de no abrir el acceso de Mayaland. “Las medidas que se están tomando son por la seguridad de todos”, expresó a los pobladores de la zona.

De igual forma, el funcionario federal les informó que durante el tiempo que la zona permanezca cerrada, realizarán labores de mantenimiento a los senderos, cortarán los árboles secos y rehabilitarán lo necesario para brindar mejor servicio en su reapertura.

Abordado tras la reunión, el director de Chichén Itzá, reconoció que los artesanos “están en todo su derecho” de defender su ingreso económico. “Nosotros no vamos a tomar ninguna decisión contra eso, al contrario, pero ahora lo más importante es la vida y por eso hay que tomar esas medidas”.

El funcionario destacó la buena disposición de quienes accedieron a la zona de manera pacífica, evitando cualquier tipo de enfrentamiento con los elementos policiacos. “Por parte del gobierno del estado se le indicó a la policía que no habría ningún problema, ustedes pueden constatar que todo fue pacífico”. 

Posteriormente, el grupo cercano a los 200 artesanos se tomó una fotografía frente al castillo de Chichén Itzá y comenzaron a desalojar la zona sin generar disturbios.

A las afueras del parador turístico, los vendedores se reunieron nuevamente para acordar medidas que realizarán durante los siguientes días, mismas que incluyen comisiones de vigilancia, para asegurar que ambos accesos permanezcan cerrados. Después de unos minutos, acordaron retirarse del lugar y despejaron el entronque y la carretera federal.